La activación del receptor TLR7 por el ARN viral atrapado dentro de los endosomas, proporciona un estímulo clave para la inducción del interferon tipo 1.
Este fenómeno se ha demostrado con una gran amplia variedad de virus, incluidos rinovirus, virus sincitial respiratorio, virus de la parainfluenza humana, virus de la metaneumonia humana, virus Sendai, virus del denghe i VIH.
Además la generación posterior de peróxido de hidrógeno dentro de estos endosomas conduce a una oxidación del Cys98 en el TLR7 que bloquea la capacidad de este receptor para transmitir una señal, con lo que aumenta la producción de interferón tipo 1.